La crisis sanitaria desatada por la Covid-19 y sus consecuencias económicas exige altura de miras
En UGT FICA hemos sido conscientes en todo momento de la complejidad de la situación desatada por la pandemia de la Covid-19 y por ello hemos comprendido las drásticas medidas que el Gobierno se ha visto obligado a tomar para evitar su expansión, priorizando su atención en la emergencia sanitaria. La dureza de las decisiones adtadas ha tenido un efecto demoledor inmediato en la economía de nuestro país y, como consecuencia, se han incrementado los despidos y los ERTE, dejando en la calle a miles de trabajadores y trabajadoras de la industria. Eran necesarias medidas como las recogidas en el Real Decreto-ley 8/2020 para dar cobertura a todas las víctimas de la pandemia, tanto las sanitarias como las económicas.
Las cartas ya están sobre la mesa. El Gobierno, en un ejercicio de valentía y compromiso sin precedentes en la historia de nuestra democracia, ha presentado un contundente paquete de medidas que garantizan las necesidades más urgentes, tanto de los trabajadores y trabajadoras como de las empresas y los ciudadanos más desfavorecidos. Un Real Decreto que supone un cortafuegos eficaz para evitar que la crisis sanitaria arrastre nuestra economía hacia consecuencias irreversibles para las empresas y el empleo.
UGT FICA aplaude sin paliativos el Real Decreto-ley, puesto que sus medidas van en consonancia con las que hemos venido reclamando. Valoramos especialmente que los ERTE sean la herramienta básica para impedir los despidos, que los trabajadores afectados tengan derecho a la percibir la prestación por desempleo sin cumplir los requisitos necesarios, y que no les compute a afectos de cobrar en el futuro la prestación. También valoramos las medidas de apoyo a las familias más vulnerables, a las empresas, a las prestaciones sociales básicas, a la potenciación del empleo, al teletrabajo, a la rotación en los puestos y a la investigación para seguir luchando contra el Covid-19.
En consecuencia, vamos a actuar con responsabilidad en lo que nos toca para que esta crisis no deje daños colaterales en el empleo industrial. Vamos a hacer todos los esfuerzos que estén en nuestra mano para evitar la expansión de la pandemia y salvaguardar la economía y las empresas. También queremos trasladar nuestra admiración y solidaridad a los cientos de miles de trabajadores y trabajadoras que, calladamente, hacen que la cadena de suministros (alimentario, energético, farmacéutico, etc) no se detenga y pueda llegar a todos para garantizar el abastecimiento tanto de alimentos básicos como de productos para la protección de nuestra salud.
Ejerciendo nuestra responsabilidad, desde UGT FICA ofrecemos nuestra disponibilidad al Gobierno para sacar adelante con éxito las medidas aprobadas, y esa misma responsabilidad la exigimos al resto de los interlocutores. Ahora es el momento de hacer frente común entre todos, de que todos nos retratemos y demostremos estar a la altura de las circunstancias que exigen los tiempos.
Los trabajadores y trabajadoras han demostrado estar concienciados con la situación de alarma nacional y están actuando con responsabilidad adoptando los protocolos de prevención y seguridad de cada una de sus empresas y sectores. El Gobierno ha puesto toda la carne en el asador con el Real Decreto-ley y los sindicatos tendemos puentes para facilitar el desarrollo de las medidas. Ahora la pelota está en el tejado de los empresarios. Es el momento de demostrar su compromiso real con nuestro país y, en vez de utilizar medidas traumáticas como los despidos, hagan buen uso de los instrumentos que les ha facilitado el Gobierno para hacer frente a esta situación, que hacen injustificables los despidos masivos. Ya no hay excusa para desproteger el empleo.
Es el momento de dejar de lado los intereses particulares y arrimar el hombro ante esta emergencia nacional. Es la hora de hacer un ejercicio patriótico y que todos y cada uno colaboremos, tanto a nivel social como individual, para que esta pandemia sea solo un paréntesis y sirva para fortalecer las bases de nuestra sociedad y nuestra economía para afrontar los retos futuros que nos esperan.
Todos sabemos que esta situación tiene fecha de caducidad, y que de la responsabilidad de todos dependerá la sociedad y la economía que deje atrás una vez superada.
Hay que vencer al virus entre todos y para ello hemos de estar todos a la altura de las circunstancias. Es el momento de actuar responsablemente y remar en la misma dirección. Por el bien de la industria, de los empleos y por el bien del país.